Convento de San Esteban
Convento de San Esteban de Salamanca, conocido como «los Dominicos». Visita el monumento donde se alojó Cristóbal Colón cuando vino a la ciudad a pedir apoyo para su viaje hacia las Indias!
A su llegada a Salamanca, en la primera mitad del siglo XIII, los dominicos ocuparon un pequeño convento próximo al río Tormes de Salamanca. No obstante, las frecuentes crecidas del río les obligaron a abandonar dicho lugar e instalarse en su enclave actual, donde erigieron otro convento de una extensión similar al que hoy contemplamos.
Son tantas las personalidades que pasaron por el Convento de San Esteban de Salamanca y tantos los acontecimientos históricos con los que está relacionada esta obra, que su historia es un poco la historia de la ciudad.
Dedicados desde siempre al estudio de la Teología y la predicación de la palabra de Dios, al llegar a Salamanca los dominicos se encargaron de la enseñanza de dicha materia que, en aquel tiempo, aún no formaba parte de los estudios universitarios y cuando, más tarde, la Teología se convirtió en una disciplina más de las impartidas en la Universidad, los dominicos continuaron con su labor docente siendo ellos los que se ocuparon frecuentemente esta cátedra. Su gran prestigio en este campo hizo que fueran consultados a menudo por el Tribunal de la Inquisición en el que algunos alcanzarían el puesto de Inquisidor General. Por idéntica razón ocuparon un primerísimo lugar en el Concilio de Trento, desempeñando la orden dominica un destacado papel en el desarrollo de la Contrarreforma.
Su actividad no se limitó a lo puramente intelectual pues se acercaron al pueblo adquiriendo sus prédicas cada vez más fama en templos, calles y plazas. Su deseo de extender el Evangelio les llevaría con el tiempo a América y a Asia como misioneros.
Las obras del actual Convento de San Esteban de Salamanca se iniciaron hacia 1524. La realización de este soberbio edificio fue posible gracias al mecenazgo de diferentes personalidades vinculadas a la Orden, siendo su principal promotor el hijo del II Duque de Alba, Fray Juan Álvarez de Toledo, obispo de Córdoba y cardenal, cuya intención era rehacer el convento derribando el anterior. Se le aceptó la idea con la condición de que se aprovecharan en la nueva obra las piedras de la primitiva. De aquella primera construcción se conserva, según algunos historiadores, el “Salón de Profundis”, y el “Claustro de los Aljibes” ambos de estilo gótico. El primero es conocido también como “Claustro de Colón” pues, según la tradición, fue en esta sala del Convento de San Esteban donde los dominicos recibieron al navegante en la visita que éste realizó a Salamanca entre 1486 y 1487. Sin embargo, la obra en realidad se la debemos al mecenazgo del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, educado bajo la tutela del dominico Diego de Deza.
En lo artístico nos encontramos con algo bastante frecuente en los edificios del primer tercio del XVI, es decir, la utilización del gótico tardío para lo arquitectónico y lo renacentista plateresco para lo decorativo.
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Ubicación: Plaza del Concilio de Trento
Horario de visitas:
Todos los días:
De 10:00 a 14:00hs y de 16:00 a 20:00hs.
Último pase: 13:15 y 19:15